Durante 9 años, todos los sábados religiosamente, nos juntamos en la casa de kekelo para tomar algunos mezcladitos, fumar algún que otro sahumerio y después salir de caravana por la noche catamarqueña. 9 años ininterrumpidos, pueden faltar un integrante o dos, pero la mayoría siempre esta firme como pija de novio.
Un jueves por la tarde nos llama kekelo y nos cuenta que no podía habilitar su bulín porque estaba en cana. Por lo que nos contó, su vecino lo denuncio a la policía por ruidos molestos. Cuando la cana hizo el allanamiento encontraron 2 surcoreanos, 4 paraguayas, 3 Sewing Express, mucha “tela” y un frasquito de viagra. Aparentemente keke tenía una fábrica de ropa clandestina en el garaje y los ruidos molestos, según dicen, se produjeron cuando uno de los coreanos, después de clavarse un par de viagras, quiso enhebrar una paraguaya y ante la negativa de la chica indocumentada se descargo con el termotanque. Los gritos del coreano, cuando le abrieron el agua caliente, despertaron al vecino de kekelo.
En fin, teníamos que buscar otro lugar para poder juntarnos ese sábado. Después de varias horas de búsqueda (en realidad hicimos tres llamadas, dos de las cuales fueron a la paraguaya para que nos haga un petiso pero no le entendimos una mierda y nos tuvimos que cascar el ganso) logramos ubicar un lugarcito. Los padres del Paisa se iban a una presentación de tractores y dejaban la chacra sola. Así que ya teníamos lugar para nuestra religiosa reunión.
El sábado nos juntamos tempranito, prendimos alguna ramas y el lagarto hizo su ya clásico mezcladito en una botella de Minerva. Como estábamos un poco colocados, cuando encaramos para los boliches, nos olvidamos una de las botellas con la bebida mágica en el establo de las cabras.
Al otro día, tempranito, los padres del Paisa se confundieron y le dieron nuestro brebaje a los animalitos… y este fue el resultado:
Un jueves por la tarde nos llama kekelo y nos cuenta que no podía habilitar su bulín porque estaba en cana. Por lo que nos contó, su vecino lo denuncio a la policía por ruidos molestos. Cuando la cana hizo el allanamiento encontraron 2 surcoreanos, 4 paraguayas, 3 Sewing Express, mucha “tela” y un frasquito de viagra. Aparentemente keke tenía una fábrica de ropa clandestina en el garaje y los ruidos molestos, según dicen, se produjeron cuando uno de los coreanos, después de clavarse un par de viagras, quiso enhebrar una paraguaya y ante la negativa de la chica indocumentada se descargo con el termotanque. Los gritos del coreano, cuando le abrieron el agua caliente, despertaron al vecino de kekelo.
En fin, teníamos que buscar otro lugar para poder juntarnos ese sábado. Después de varias horas de búsqueda (en realidad hicimos tres llamadas, dos de las cuales fueron a la paraguaya para que nos haga un petiso pero no le entendimos una mierda y nos tuvimos que cascar el ganso) logramos ubicar un lugarcito. Los padres del Paisa se iban a una presentación de tractores y dejaban la chacra sola. Así que ya teníamos lugar para nuestra religiosa reunión.
El sábado nos juntamos tempranito, prendimos alguna ramas y el lagarto hizo su ya clásico mezcladito en una botella de Minerva. Como estábamos un poco colocados, cuando encaramos para los boliches, nos olvidamos una de las botellas con la bebida mágica en el establo de las cabras.
Al otro día, tempranito, los padres del Paisa se confundieron y le dieron nuestro brebaje a los animalitos… y este fue el resultado:
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